domingo, 18 de diciembre de 2011

Y así, todo iba saliendo perfecto, cada cosa aparecía justa, precisa, como si algo quería que a pesar de cualquier cosa, esa noche se dé igual. Como haber, hubieron complicaciones, una que otra ida y vuelta, indecisión, una u otra cosa, no iba a ser totalmente lo que quería, pero al final, todo resultó ser perfecto, porque como ya expliqué fue un día en el que todo estaba hecho de una manera, y aunque pase cualquier cosa, iba a seguir así. Una cerveza corona caliente en el camino, de esas calles de mi infancia, esperar un colectivo que es uno de los que más me gusta, su color, donde para, la gente que hay, y, que siempre viene rápido o hay lugar. Y bajar, en ese lugar tan lindo, y encontrarme ahí con esa calle tan vacía, que tiene tantos recuerdos, tantos momentos, tantas corridas, tantas risas y tantos momentos inigualables. Esa calle que no dice nada, pero dice todo, que parece horrible, pero es hermosa, que es oscura, pero está iluminada. Me gusta ese pedazo de tierra y pasto vacío donde se ponen algunos autos, y más allá, ves esa avenida, que se abre en más caminos, que lleva las vidas de miles de personas, que tienen distintas historias, pero todas pasan por abajo mio. La calle tan angosta, al lado de una tan grande. Y sobre ella, la casa de mi querido amigo, donde me meto con mis pensamientos. Y si miras al frente, el puente, único como ninguno, puro a mi gusto, donde me gusta correr por las bajadas en zig zag, gritar y levantar lo que tenga encima. Sentirme ahí arriba, y ver las luces de los autos en la noche, con un fernet y un porro. Caminar un rato por esas calles buscando algo que responda a lo que queremos, treparnos por el borde hasta arriba y correr mucho.
 Después de dejar el puente, ese pedazo de tierra, pasto, y muchos árboles en medio de la avenida, me gustó. Era como un poco de tranquilidad en todo eso, y el parque sarmiento, otro lugar que me llena de momentos, y cosas que me ponen feliz. Es imposible no sentirme bien estando ahí, siempre va a ser hermoso. Escuchar Obsesionario en La Mayor en ese clima perfecto. Acostarme en el pasto y ver el cielo, para mi se mueben las nubes, para él las estrellas. Que me des la mano, y me beses, en una noche tan linda, no podías faltar vos. Y más tarde, ir a una casa, de un chico que daba tranquilidad, y caía tan bien con toda esa perfección, con un grupo de chicas y algún que otro chico sentado en ronda, con mucha paz, con dos hamacas ahí, perfectas, algo para fumar, Onda Vaga y MGMT para acompañar. En donde los tragos de alcohol parecían hechos perfectos por mi mente, y no había nada que me moleste. Cuando ya caí, también me sentía cómoda. Y después te descubrí, tan perfecto para mí. Me olvidé, mis amigos también estaban ahí, y cuales dos, ese día eligió, si yo también lo tendría que elegir, a ellos dos los hubiese elegido. Cuando ví esa pieza, también era perfecta, la casa en sí lo era, grande, con un pasillo, un labrador, una cocina grande llena de botellas, una televisión grande para ver películas, dos sillones, ese patio con esas hamacas, justas para pensar. Varios cuartos, que no llegué a visitar. Y el que sí, con un entrepiso y el caño para tirarte, ¿lo querías hacer más genial? ese espacio, justo con todo, y esa cama, donde pensas que te quedarías toda la vida. Y donde me acompañaste, y te sentí, y si hay alguien a quien elegiría para que me muestre y me enseñe todo serías vos, porque estoy segura, y me siento querida, y cuidada. ¿Qué piensas que está mal de eso? si es amor, conexión, sólo que hay gente que no puede encontrarlo en serio. Y despertar cuando amanece, con un vaso de agua, después de tanta sed, y salir a ver la mañana justa, sencilla, después de una hermosa noche.

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